CMo Era La EducacióN En Roma?
César
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La educación en la Antigua Roma – La educación a través del tiempo Educación en Roma La educación en la Antigua Roma se caracterizaba por el estudio de la literatura latina y griega así como la intención de formar a los estudiantes en el arte de la oratoria.
Su sistema imitaba al griego y la crianza del niño pertenecía a su familia hasta los 7 años de edad. Los romanos se preocupaban por transmitir a los pequeños una serie de cualidades importantes en la época como el ahorro, la lealtad o la disciplina. Hasta el siglo III a.c, el sistema educativo romano no existía como tal y por tanto, era un asunto meramente familiar.
A partir de esta fecha, la crianza de los niños hasta los 7 años de edad pertenecía a la madre y una vez que transcurrían estos años, el niño pasaba a estar bajo la tutela del padre y la niña continuaba con su madre. En ese sentido podemos hablar de una educación sexista ya que el niño aprendía sobre agricultura, el manejo de las armas, ritos religiosos mientras que las niñas se dedicaban a formarse en tareas domésticas.
Una vez que los romanos entraron en contacto con la cultura griega, la educación familiar no era suficiente y copiaron gran parte de los métodos de enseñanza y actividades del sistema de Grecia. A partir de entonces, Roma se llenó de preceptores griegos y filósofos. Las familias con más recursos económicos contrataban un preceptor privado para sus hijos mientras que, para las familias más pobres y para esclavos, apareció la figura del maestro de escuela.
Características de la educación en la antigua Roma A grandes rasgos, podríamos decir que la educación en la antigua Roma se basaba en el estudio de la literatura latina y griega. Además, la intención era formar a los alumnos en el arte de la oratoria.
- Podemos hablar de tres etapas: la instrucción primaria, lectura y literatura, y las clases de retórica.
- Pero estas fases sólo iban dirigidas a las familias adinerada ya que no era gratis.
- Cuando los niños alcanzaban los 7 años comenzaban la enseñanza primaria del sistema educativo romano.
- En esta fase, los alumnos profundizaban en la lectura, la escritura y el cálculo.
Aprendían los números romanos y recitaban las lecciones que previamente tenían que memorizar. A los 12 o 13 años, los estudiantes pasaban a la fase secundaria donde estudiaban latín, griego, gramática y literatura. A los 16 años, los estudiantes podían especializarse en la retórica y así es como aprendían a ser expertos en hablar en público,
- Esto era un aspecto muy importante de la educación y lo que permitía a los alumnos alcanzar puestos de alto rango en los juzgados.
- Cabe añadir que la educación en la antigua Roma intentaba inculcar al niño una serie de cualidades y valores importantes en la época y se los transmitían tanto los padres como el Estado.
Los valores que se enseñaban eran el ahorro, la lealtad, alcanzar la lealtad romana mediante aspectos morales, intelectuales y políticos, la disciplina y la razón. : La educación en la Antigua Roma – La educación a través del tiempo
¿Cuál era el objetivo de la educación en la antigua Roma?
El objetivo de la educación en la antigua Roma era preparar al niño para su ingreso en la propia sociedad romana.
¿Cuáles son los tres elementos esenciales de la educación romana?
Estos eran la enseñanza primaria, la educación secundaria y la formación superior.
¿Quién educaba a los romanos?
Como hemos señalado anteriormente, era la madre quien educaba al niño en el hogar hasta que cumplía los 7 años de edad. De los 7 a los 16, si era niña, continuaba su instrucción junto a la madre, que le enseñaba a desempeñar satisfactoriamente las tareas domésticas.
¿Cómo era la vida de los niños en la antigua Roma?
La infancia en la antigua Roma se entiende como un inicio, una primera edad, caracterizada por la ausencia del habla y la inmadurez. Un tiempo de juegos, por eso las niñas apretaban sus muñecas con fuerza pensando en el día que podrían consagrarlas a la diosa.
¿Qué aporto Roma a la educación?
Educación Romana El sistema educativo romano transmitó al ” Mundo Occidental”, el estudio del Latín, el gusto por la literatura clásica, los conceptos de administración y organización de un gobierno, el derecho romano, entre otros aportes de esta cultura.
- Los métodos de educación en los que se basaba la educación romana eran el Trivium que comprendían los estudios de Retórica, Gramática y Dialéctica.
- Y el Quadrivium que comprendían los estudios de Astronomía, Música, Aritmética y Geometría.
- En esta etapa surge las figuras de maestro-alumno.
- El principal pedagogo romano de la época fue Quintiliano.
Etapas de la Educación en Roma 1. Época primitiva : Se transmite la educación en el hogar. Los padres son los encargados de la formación moral de los hijos y a a través de los diferentes oficios domésticos: labores en el hogar, crianza de animales, cultivo de la tierra, etc.2.
- Roma Republicana: Es la época de esplendor del imperio.
- Se caracteriza por tener una gran influencia de la cultura griega.
- Debido a la formación de una nueva clase social que ostenta el poder político, se exige una educación superior.
- El espíritu de la nueva educación busca el ideal de la perfección humana.
Este ideal se enfoca en la formación del Político y del Orador basándose en una cultura político-jurídica. Además, el polítco o el orador debían estar versados en Retórica y Filisofía.
Tipos de escuelas: La Educación Elemental o Ludimagister, la Educación Media o Gramaticus y la Educación Superior o retores.3. Pedagogía Romana En esta etapa, la educación romana se caracteriza por adoptar la educación helenística al espíritu romano y a los medios de la expresión latina.La pedagogía romana tuvo un sentido pragmático y fue más retórica que filosófica.Entre los educadores más destacados de la época se encuentran: Séneca, Quintiliano y Cicerón.4. Educación Greco-Romana
Para los griegos y los romanos de la época Clásica, la esucela tenía como ideal la formación armoniosa dotada de una educación intelectual, corporal y artística. Está educación que buscaba el equilibrio entre el saber, el arte, el físico y la espiritualidad era sólo digna de la clase privilegiada.
- Fue una educación elitista.
- Nota Interesante : La educación en Roma dejó de ser elitista y se logró que la educación llegará a otras clases sociales menos poderosas.
- Esto debido a la gran difusión de textos en el imperio lo que creó un gran gusto por la lectura y muchos ciudadanos romanos pudieron accesar a leer cuanto documento pasaba por sus manos.
Empezaron a surgir los folios y luego libros no como los conocemos ahora, pero fue un buen inicio. : Educación Romana
¿Cómo era la educación de las mujeres en la antigua Roma?
【✔️】La educación femenina en la antigua roma En el mundo romano la educación se encontraba relacionada de manera directa con los valores tradicionales del mos maiorum (esto es, la costumbre de los ancestros), a los que, a partir del siglo II a.C. se les sumaría la paideia griega.
- La educación romana estaba configurada como un ciclo de tres etapas, con sus correspondientes maestros.
- En el primer ciclo, el magister se encargaba de enseñar las primeras letras y los números, proporcionando unas nociones elementales.
- A continuación, quien podía permitírselo, quedaba bajo la tutela del grammaticus, formando a los jóvenes en la escritura y el estudio de la poesía.
Por último, los más privilegiados quedaban encomendados al rhetor, encargado de la oratoria y la retórica. Cada uno de estos docentes tenía una responsabilidad concreta dentro de la formación de los niños romanos, siendo la elocuentia (el arte del buen hablar, un requisito básico para la vida pública) la meta más elevada a la que la instrucción del ciudadano debía dirigirse.
- Todo este proceso quedó bastante atestiguado en los textos antiguos.
- Así describía Apuleyo cada de las etapas educativas, definiéndolas como “copas de las Musas”: ” La primera copa, la que nos brinda el maestro de escuela, nos saca de la ignorancia; la segunda, la del gramático, nos provee de conocimientos; la tercera, la del rétor, nos proporciona las armas de la elocuencia “.
Matizar, sin embargo, que, pese a lo que pueda parecer, estas tres etapas no estaban establecidas de manera fija o inamovible. Y es que, al no tener el Estado romano una educación reglada, el acceso a la instrucción dependía de los intereses familiares y de las riquezas.
- Igualmente, las tareas de cada uno de los docentes no estaban estrictamente delimitadas por lo que, en ocasiones, se solapaban entre ellos.
- Como vemos, la educación quedó vinculada sobre todo a los campos de la retórica y de la filosofía, considerada la base de la formación de las élites romanas.
- Sin embargo, la gran mayoría de la población solo pudo tener acceso a la primera etapa, adquiriendo una educación elemental que podían aplicar a su vida cotidiana.
En particular ese era el destino de las niñas que, con las excepciones que detallaremos más adelante, solo acostumbraban a gozar de la educación básica. La educación femenina: la formación de la matrona docta Los autores antiguos establecieron el estereotipo de mujer aristocrata romana, como aquella con una buena educación, con conocimientos de música y literatura, que debían combinar con la juventud y la belleza.
- Este ideal ha llevado a investigadores actuales a plantear que, por ello, necesariamente debían tener acceso a algún tipo de enseñanza primaria, aun cuando esa fuera toda la educación de la que pudieran gozar.
- A esta visión contribuía la situación de inferioridad de la mujer dentro de la sociedad romana, que quedaba relegada a los ámbitos domésticos y privados, sometida a la autoridad de los varones de su familia.
De este modo, y con pocas excepciones, la educación que recibía se encaminaba principalmente a manejar de forma adecuada su hogar, limitando su acceso a la educación y a la cultura al considerar que las mujeres no necesitaban participar de la vida pública.
Durante los primeros momentos de la República las mujeres más afortunadas podían acceder a una educación básica, destinada a formar a sus hijos, que tenían a su cargo hasta los siete años de edad, momento en el que pasaban a la tutela de su padre. Como decíamos, esta educación femenina quedaba vinculada al seno familiar, donde se trataba de instruirlas para su futuro papel de esposas y madres, suponiendo una excepción aquella que continuaba formándose en disciplinas como la música o la escritura.
Sin embargo, a finales de la República, las mujeres que pertenecían a la aristocracia comenzaron a preocuparse por su propia educación. El gran alcance de la cultura helenística, cuya influencia comenzó a sentirse en el siglo II a.C. tras la conquista romana de Grecia, junto con sus riquezas familiares, les permitieron ir adquiriendo una exquisita educación y buenos conocimientos de literatura y retórica.
De esta forma, poco a poco, comenzó a surgir la figura de la mulier docta o matrona docta, usado para definir precisamente a estas mujeres. Parece que este tipo femenino no se contradecía con el ideal clásico romano de la madre educadora siempre y cuando la mujer no alardease abiertamente de sus conocimientos, que debía usar en beneficio de su prole.
El término ‘matrona docta’ se encuentra reflejado dentro de la literatura romana, al igual que el de ‘puella docta’, usados precisamente para hablar de féminas instruidas y cultas. Sin embargo, poseían significados muy diferentes. La palabra matrona era asociada claramente con aquella mujer de la tradición romana que respetaba los valores de la castidad, la austeridad, la modestia, perteneciente al ámbito doméstico y dedicada a cuidar de su familia,
En este caso, se consideraba que su formación era necesaria para desarrollar todas sus labores, por lo que la matrona docta se convirtió en una figura positiva para la sociedad. En el lado opuesto se encontraba la puella docta, Este tipo femenino se reflejaba sobre todo en la poesía de carácter amatorio, donde el poeta cantaba su belleza y su cultura, lo que hizo que el término adquiriese connotaciones peyorativas.
Podemos ver cómo, en el mundo romano, no se le negó abiertamente a la mujer el acceso a la educación, como si sucedía en otras culturas antiguas, De hecho, existieron algunas corrientes de tipo filosófico, como el estoicismo, que creían que también tenían un cierto “derecho” a la formación, similar a los hombres.
De este modo, Musonio Rufo decía que: ” ¿No sería justa una mujer que estudia filosofía, no sería una intachable compañera, una buena colaboradora, una buena defensora de su marido y de sus hijos, no estaría libre de codicia y de arrogancia? ¿Y quién mejor que la mujer, dirigida por la filosofía, estaría dispuesta a considerar peor cometer una injusticia que sufrirla, a considerar mejor sufrir una merma que una ganancia y, en fin, a querer a sus hijos más que a ella misma? Y es de esperar, desde luego, que una mujer instruida sea más valiente que una inculta y una que ha estudiado filosofía más que la que no lo ha hecho; y no se someterá a nada vergonzoso por miedo a la muerte o por indecisión ante el esfuerzo, ni se intimidará ante nadie porque sea de noble alcurnia o poderoso o rico.
Le sucede, en efecto que se ha ejercitado en pensar cosas elevadas y en considerar la muerte no como un mal y la vida no como un bien; de la misma manera ni rehúye la fatiga ni evita totalmente la indolencia,” Asimismo, otros autores defendían la educación femenina porque se consideraba como clave para la formación de los futuros ciudadanos romanos debido a la labor instructiva de las madres.
- Personajes como Cicerón defendían que las jóvenes nobles debían aprender a leer griego y latín y conocer sus literaturas y su oratoria, lo que redundaría en favor de la educación de sus futuros hijos.
- Sin embargo, y pese a la existencia de ambientes que propiciaban la existencia de una instrucción femenina, varias voces se alzaron para rechazar esta libertad intelectual que algunos querían conceder a las mujeres, convirtiéndose en una corriente casi mayoritaria.
Autores como Juvenal consideraban que: ” Pero ella se hace más pesada, porque apenas se recuesta en la mesa empieza a cantar las glorias de Virgilio, perdona a Elisa a punto de matarse, presenta a un mismo tiempo a los poetas, y compara, de una parte, a Virgilio y en el otro platillo de la balanza coloca a Homero.
- Se retiran los gramáticos, se declaran vencidos los rétores.
- Todos callan, no hablará ni el abogado, ni el pregonero, ni siquiera otra mujer () La que es prudente pone el fin debido incluso a las cosas honestas, pues la que se empeña en parecer demasiado docta y elocuente () Siento odio contra aquélla que consulta y aprende el arte de Palemón, observando siempre las leyes y las normas del habla y que repite versos antiguos que yo no conozco, y reprende a la amiga no letrera palabras de las que se preocupan los hombres “.
Precisamente por estas críticas parece que fueron escasas las mujeres que accedían libremente a la cultura y a la educación, especialmente en sus etapas más avanzadas. Y muchas de ellas lo hicieron al amparo de sus padres y esposos que fomentaban precisamente la instrucción de las mujeres de su familia.
La educación femenina: desarrollo de las etapas formativas Para las niñas, al igual que para los niños, la familia suponía la primera institución educativa, donde aprendían todo aquello que necesitaban para la vida adulta. En estos momentos, era la madre quien se encargaba habitualmente de su formación, vinculada sobre todo a la enseñanza de las costumbres y tradiciones romanas,
Sin embargo, cuando cumplían los siete años la madre abandonaba parcialmente su labor educadora, accediendo los niños a la escuela. En este ambiente, adquirían las bases de la aritmética y el lenguaje. Y si la fortuna familiar lo permitía las niñas gozaban de la presencia de preceptores particulares.
Con todo, parece que en torno a los 12-14 años de edad muchas niñas dejaban la escuela (por lo que no pasaban a la tutela del grammaticus ) y se desposaban, quedando su educación limitada a unos conocimientos básicos. Sin embargo, en el caso de las que pertenecían a la nobleza romana podía ocurrir algo muy diferente.
En este caso, podían continuar con su educación si así lo deseaban (ellas o sus familiares) sin necesidad de seguir los mismos pasos que los de los varones. Al igual que ocurría con las niñas de clases sociales más bajas, se casaban muy jóvenes por lo que un buen número de investigadores actuales ha considerado que la educación femenina se debe dividir en dos fases: una pre-marital y otra marital,
Escena de matrimonio en el sarcófago de los Dioscuros. Musée de l’Arles et de la Provence antiques, Fuente: Wikimedia Commons. La educación pre-marital se desarrollaba en aquella etapa de la vida en que la niña permanecía dentro de su círculo familiar sin haber celebrado sus esponsales. La mayor parte de l as familias aristocráticas contrataban tutores privados para educar en casa a sus hijos, aunque en algunos casos eran enviados a la escuela.
De esta forma, adquirían su instrucción elemental, que incluía un buen conocimiento del griego y de su literatura. En algunos casos, podían pasar a la escuela de gramática, adquiriendo una rudimentaria instrucción en oratoria y literatura además de continuar perfeccionando el griego.
- Una vez que se casaban, daba comienzo la educación marital ya que muchos maridos apoyaban abiertamente el que sus mujeres adquiriesen una sólida formación intelectual.
- En algunos casos, estos hombres se encargaban de educar a sus esposas directamente, pero, en otros, las permitían asistir a las clases del rhetor o bien a las conferencias de diversos filósofos.
De esta forma, podían equipararse a los hombres más cultos de la sociedad romana, con los que debatían y discutían sobre cualquier asunto de corte intelectual. Este panorama comenzó a cambiar durante el Bajo Imperio, momento en el que el cristianismo hizo su aparición.
- La educación femenina se convirtió en un arma arrojadiza entre paganos y cristianos, ya que estos últimos no apoyaban que las mujeres poseyesen una amplia cultura.
- En concreto, la Iglesia consideraba que el lugar adecuado de una mujer era el doméstico, por lo que no tenía necesidad de formarse como un hombre.
Igualmente, consideraba que todo aquel conocimiento que pudiese recibir debía pasar por el control masculino directo. De esta forma, la educación cristiana vino a limitar las aspiraciones intelectuales femeninas, por lo que muchas mujeres no pudieron acceder a la misma cultura y formación que adquirieron los varones.
Del Concilio de Zaragoza nos queda este ilustrativo testimonio: « Que las mujeres fieles no se mezclen en los grupos de otros hombres que no sean sus maridos. Que todas las mujeres de la Iglesia católica y bautizadas no asistan a las lecciones y reuniones de otros hombres que no sean sus maridos. Y que ellas no se junten entre sí con objeto de aprender o enseñar, porque así lo ordena el Apóstol.
Todos los obispos dijeron: Sean anatemas todas aquellos que no observen esta prescripción del concilio ». Bronce de una niña leyendo. Cabinet des Médailles. Fuente: Marie-Lan Nguyen / Wikimedia Commons Figuras destacadas: mujeres instruidas Con los cambios producidos a finales de la República, encontramos durante el Imperio a un buen número de mujeres con una cierta educación.
De hecho, a partir de estos momentos es cuando veremos aparecer en las inscripciones a mujeres que eran definidas como philosophae o eruditae, ¿Quiénes fueron estas mujeres? Ya hemos visto como las mujeres podían asistir a las escuelas como alumnas, aunque en muchos casos su formación tuviese un carácter elemental.
Sin embargo, no solo contamos con evidencias acerca de la presencia de alumnas; parece que algunas mujeres pudieron ejercer como maestras, aunque su presencia fue claramente minoritaria si las comparamos con los docentes varones. Lo cierto es que entre las mujeres instruidas predominaron las libertas, quienes ejercían oficios como los de escriba o médico, entre otros, por lo que su formación debía reunir unos conocimientos elevados de gramática, matemáticas y otras artes.
- Asimismo, también se encontraba un selecto número de esclavas, que adquirían su educación a través del servicio doméstico, encontrándose a disposición generalmente de mujeres cultas que las instruían para ello.
- Dentro de este selecto grupo, de mujeres cultas se encontraban las aristócratas.
- Entre ellas, destacaron algunos ejemplos.
Sería el caso de Cornelia, la madre de los Graco, de quien se sabe que recibió una esmerada formación. De ella se decía que dominaba a la perfección el griego y la retórica latina, siendo conocida por su buen estilo en la lectura y la escritura. Cornelia constituyó el perfecto ejemplo de matrona docta, de mujer de la élite instruida, culta e imbuida de todos aquellos valores femeninos romanos,
Asimismo, y pese a que no se las educaba para el uso público de la palabra, hubo una minoría de mujeres que estaban capacitadas para la oratoria; sería el caso, por ejemplo, de Lelia, la hija de Cayo Lelio, y de Hortensia, hija del famoso orador Hórtalo. No obstante, fueron casos minoritarios, por lo que no se debe hablar de la existencia de una oratoria femenina dentro de Roma.
Lo mismo ocurrió en el caso de la escritura. Conocemos la existencia de diversas cartas escritas por mujeres, un material que destacaba por su erudición y cultura. En cuanto a una producción literaria plenamente profesional, existieron muy pocos ejemplos femeninos y son conocidos a través de fuentes indirectas.
- Por ejemplo, la obra de Marcial incluye epigramas dedicados a las escritoras Teófila y Sulpicia, siendo de los pocos casos documentados.
- Igualmente, hubo algunas mujeres que pudieron dedicarse a las matemáticas o a la filosofía, siendo el mejor ejemplo el de Hipatia,
- Conclusiones Hemos visto brevemente cómo dentro del mundo romano existieron diversas voces que se alzaron a favor de una educación femenina, muchas veces vinculada con el desarrollo de sus labores como esposa y madre.
Aunque no todos los intelectuales varones apoyaron esta postura, lo cierto es que no pudieron impedir que algunas de estas féminas adquiriesen una exquisita cultura a la altura de los hombres. Aunque sin duda fueron una minoría, lo cierto es que la mujer de la aristocracia romana (sobre todo desde finales de la República) se convirtió en aquello que los romanos llamaban matrona docta, consiguiendo poseer una cultura y educación muy superior a la media de la población de la Antigüedad.
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¿Cómo estaba conformada Las clases sociales en Roma?
– La sociedad romana, como muchas otras sociedades antiguas, se basaba en la desigualdad, Las clases que se distinguieron fueron cinco: patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos. La tensión entre patricios y plebeyos y las rebeliones de los esclavos fueron las más importantes noticias políticas; las tres primeras fueron las clases con mayor actividad política; las otras dos, menos.
¿Cómo se divide Roma para su estudio?
La historia de Roma se parte en tres períodos principales: Monarquía, República e Imperio. Cada uno de estos instantes tiene características especiales, en cuanto a organización social, esferas administrativas, consideración del Estado y ejercicio del Derecho. El primer régimen político de Roma es la Monarquía y aunque todavía el estado romano no era Imperio o República, se considera que esta etapa inicia con la fecha de la fundación de Roma, en el año 753 a.C. y termina hasta el 509 a.C. con la expulsión de Roma del último rey, Tarquino.
No se distingue el derecho de la religión por lo cual el Rey tiene doble poder: jefe temporal de los romanos y jefe religioso de estos mismos. La función judicial en manos del Colegio de Pontífices. Era un derecho consuetudinario, bastante primario.
Después del fin de la Monarquía se instauró la República. Este sistema de gobierno se caracterizaba por ser más libre y se sustentó en la idea de que el pueblo era el soberano. Este pueblo ( pater familias, específicamente) designaba una asamblea, que a su vez, señalaba a los cónsules, pretores y magistrados.
Los poderes del rey fueron limitados. Aparecen otras fuentes del derecho, que se desarrollan junto a la costumbre, estas son: las leyes del pueblo, los senadoconsultos y los edictos de los magistrados. Empieza a ser un derecho mucho más formalista. En la época republicana había dos asambleas: el pueblo romano reunido en comicias (por curias y por centuriata), cuyas leyes eran obligatorias, y el senado compuesto de senadores cuyos conceptos no eran obligatorios. Las asambleas del pueblo romano votaban las leyes propuestas por un magistrado. El magistrado presentaba un proyecto escrito de la ley, y los comicios votaban a favor o en contra, sin discutirlo.
La fase del Imperio Romano se caracterizó por una forma de gobierno autocrática. Durante esta etapa, Roma consiguió su mayor extensión, comprendiendo desde lo que hoy es Portugal hasta Palestina, y desde lo que hoy es Escocia, hasta el sur de Egipto. Había un emperador que profesaba la jefatura absoluta del Estado. Era juez, era parte, era Roma.
Es la etapa del derecho clásico Romano. Es donde se presenta el más alto nivel de sofisticación y técnica. Derecho Consuetudinario: no tiene tanta importancia como sí anteriormente. La ley y los senadoconsultos: decaen los comicios (de hecho los comicios por centurias se reduce a elegir magistrados); aumenta la influencia del senado; aumenta poder legislativo del emperador.
¿Cuáles eran los aspectos de suma importancia en la educación romana?
Dentro del ámbito del sistema educativo romano consideramos dos aspectos: la educación llevada a cabo por maestros remunerados en las escuelas y la educación en el ámbito familiar, es decir, en manos del padre, la madre y el pedagogo.
¿Cómo era la vida de los adolescentes romanos?
Según Varrón, en Roma se era puer hasta los quince años; la adolescencia (adulescentia), duraba de los quince a los treinta y la juventud (iuventa) de los treinta a los cuarenta y cinco años.
¿Quién le puso el nombre a Roma?
Templo de Saturno, Foro Romano Leo-seta (CC BY) Según la leyenda, la Antigua Roma fue fundada por dos hermanos y semidioses, Rómulo y Remo, el 21 de abril del 753 a.C. La leyenda afirma que durante una discusión sobre quién gobernaría la ciudad (o, en otra versión, dónde estaría situada), Rómulo asesinó a Remo y nombró la ciudad tras sí mismo.
- Esta historia de la Fundación de Roma es la más conocida, pero no la única.
- Otras leyendas afirman que la ciudad fue nombrada en honor a una mujer, Roma, quien viajó con Eneas y otros sobrevivientes de Troya, después de la caída de la ciudad.
- Al desembarcar en las orillas del río Tíber, Roma y las otras mujeres se opusieron al deseo de los hombres de seguir avanzando.
Ella lideró a las mujeres en la quema de los navíos troyanos y, de manera efectiva, dejó varados a los sobrevivientes troyanos en el lugar que eventualmente se convertiría en Roma. Eneas de Troya aparece en esta leyenda y también, notoriamente, en la Eneida de Virgilio, como el fundador de Roma y ancestro de Rómulo y Remo, uniendo así a Roma con la grandeza y el poder que tuvo alguna vez Troya.
¿Cómo era la cultura de los romanos?
La cultura. – Los romanos dejaron una herencia cultural que en muchos aspectos ha llegado a nuestros días. La cultura romana fue el resultado de elementos procedentes de civilizaciones como Grecia, Egipto o Mesopotámia que los romanos hicieron suyas y que transmitieron gracias a la difusión del Latín como lengua común de todos los habitantes del Imperio.
¿Cómo aprenden los niños en Roma?
22 enero 2014 | Por ana it La educación en la Antigua Roma se caracterizaba por el estudio de la literatura latina y griega así como la intención de formar a los estudiantes en el arte de la oratoria, Su sistema imitaba al griego y la crianza del niño pertenecía a su familia hasta los 7 años de edad.
- Los romanos se preocupaba por transmitir a los pequeños una serie de cualidades importantes en la época como el ahorro, la lealtad o la disciplina,
- Hasta el siglo III a.c, el sistema educativo romano no existía como tal y por tanto, era un asunto meramente familiar,
- A partir de esta fecha, la crianza de los niños hasta los 7 años de edad pertenecía a la madre y una vez que transcurrían estos años, el niño pasaba a estar bajo la tutela del padre y la niña continuaba con su madre,
Ver 18 Comentarios En ese sentido podemos hablar de una educación sexista ya que el niño aprendía sobre agricultura, el manejo de las armas, ritos religiosos mientras que las niñas se dedicaban a formarse en tareas domésticas. Una vez que los romanos entraron en contacto con la cultura griega, la educación familiar no era suficiente y copiaron gran parte de los métodos de enseñanza y actividades del sistema de Grecia.
¿Quién cuidaba a los niños en Roma?
En la antigua Roma se llamaba nutrix a aquella mujer que ejercía de nodriza o ama de cría de niños que no eran suyos, a los que alimentaba en su primera infancia y los cuidaba y educaba cuando crecían. El empleo de nodrizas se difundió a finales del período de la República, cuando las matronas de rango aristocrático adquirieron la costumbre de usar los servicios de estas mujeres para amamantar a sus hijos.
¿Cómo trataban a los niños en Roma?
Los niños ricos tenían a una nodriza y a un pedagogo, por lo general. Estos casi siempre eran esclavos de la familia, si bien eran tratados con mucha benevolencia y consideración a pesar de su condición. La nodriza les enseñaba a los niños a hablar, les ayudaba en todo durante sus primeros años y cuidaba de ellos.
¿Cuándo nació la educación en Roma?
Diferencias de clase social y sexo – A partir de los siete años, empezaba la educación que podríamos definir como escolar. Aquí el camino tomaba vías muy distintas según la clase social y el sexo: a las niñas se las empezaba a instruir en los quehaceres domésticos, ya que la obligación principal de la mujer romana era ser esposa y madre.
Sin embargo, al igual que los niños, muchas asistían algunos años a lo que podíamos llamar una escuela elemental donde se aprendía lo bsico: leer, escribir y hacer cálculos simples, ya que eran nociones que necesitarían para administrar sus bienes; en Roma se usaba el dinero y no el trueque, y en muchas actividades de la vida cotidiana era necesario al menos conocer el alfabeto.
Esta educación era impartida por un maestro o litterator, pero las condiciones diferían enormemente según la clase social: mientras que las familias nobles o ricas podían permitirse enviar a sus hijos a una escuela o contratar maestros privados, los menos favorecidos tenían que conformarse con pagar a litteratores que daban clases en plena calle por un precio muy bajo, a menudo esclavos liberados o libertos.
Los materiales también iban en consonancia con el precio, y los niños que estudiaban en estas escuelas de la calle practicaban la escritura y el cálculo con tablillas de cera y lápices de madera. Las familias nobles o ricas podían permitirse maestros privados para sus hijos, mientras los menos favorecidos daban clases en plena calle por un precio muy bajo.
Entre estudios y ejercicios, también había espacio para la diversión. Muchos de los juegos más característicos de la infancia, como el escondite o la gallinita ciega, ya eran populares en la época romana. Los juguetes solían ser muy rudimentarios y hechos con materiales naturales, como una especie de juego de canicas practicado con nueces.
¿Qué era lo que no podían hacer las mujeres en Roma?
Sometimiento legal – La mujer estaba sometida a un orden patriarcal, en el que eran los varones quienes controlaban su sexualidad y capacidad reproductiva. Para ello se aplicaban normas y leyes de gran dureza. Toda relación fuera del matrimonio, incluso si las relaciones las mantenían mujeres solteras o viudas, se consideraba delito y podía ser castigada por el cabeza de familia o paterfamilias sin necesidad de juicio.
- En el siglo II a.C., Catón afirmaba, no sin satisfacción, que si el marido sorprende a la mujer cometiendo adulterio «puede matarla impunemente», mientras que si es la mujer la que sorprende al marido «no puede tocarlo a él ni siquiera con un dedo», según recogía más tarde Aulo Gelio.
- Asimismo, aunque una mujer desease ser madre, si el paterfamilias no quería ese hijo podía obligarla a abortar sin que su comportamiento fuera jurídicamente reprochable.
Más allá de su papel de madres, las mujeres sufrían innumerables limitaciones legales. No podían hacer testamento y estaban de por vida sometidas a tutela masculina en todos los negocios jurídicos que realizaban. En algunos casos no heredaban ni podían disponer de sus bienes en favor de sus propios hijos.
Igualmente, las mujeres estaban excluidas de la vida política. No se les permitía votar en los comicios donde se elegía a los magistrados, y, por tanto, tenían prohibido el acceso a los llamados «oficios viriles», officia virilia. Esta marginación se mantuvo a lo largo de toda la historia de Roma, como pone de relieve en el siglo III d.C.
el jurista Ulpiano: «Las mujeres están apartadas de todas las funciones civiles y públicas, y por ello no pueden ser jueces, ni tener magistratura, ni actuar como abogadas, ni intervenir en representación de alguien ni ser procuradoras». La subordinación jurídica y política de la mujer se justificaba de diversos modos.
El filósofo Séneca, por ejemplo, afirmaba que «los dos sexos contribuyen de igual modo a la vida común pues uno está hecho para obedecer y otro para mandar». También se argüía que la exclusiva dedicación de la mujer a la familia la inhabilitaba para el ejercicio de los oficios públicos. Otros se referían a la inferioridad natural de las mujeres, y más precisamente a su «debilidad de juicio» o levitas animi, conforme al mito de la inconstancia femenina, que tanta trascendencia jurídica y literaria ha tenido a lo largo de la historia posterior.
Así se manifiesta en los textos jurídicos: «Los antiguos quisieron que las mujeres, aunque fueran de edad adulta, estuvieran bajo tutela a causa de la ligereza de su espíritu», escribía el jurista Gayo refiriéndose a la Ley de las XII Tablas, el código legal más antiguo de Roma.
¿Qué país conquistó Roma y asumió su filosofía de la educación?
Podemos decir con Horacio que la Grecia conquistada con- quistó a su orgulloso vencedor. Realizada esta conquista, la cultura y la Filosofía griega pa- saron a Roma.
¿Cuáles eran los aspectos de suma importancia en la educación romana?
Dentro del ámbito del sistema educativo romano consideramos dos aspectos: la educación llevada a cabo por maestros remunerados en las escuelas y la educación en el ámbito familiar, es decir, en manos del padre, la madre y el pedagogo.